No puedes evitarlos pero puedes aprender a salir del circulo vicioso en el que te encuentras.
Es curioso como siempre vamos buscando sobresaltar aquellos elementos diferenciadores que nos puedan hacer únicos, que nos hagan sobresalir del resto, o que sean lo suficientemente "fuera de lo común" para que nos ayuden en los diferentes procesos de selección por los que pasamos durante nuestras vidas. Desde entrevistas de trabajo, cuando buscamos pareja, en la búsqueda de clientes e incluso cuando nos vamos a endeudar con algún banco, en todas estas situaciones nos vemos en la necesidad de recalcar nuestras characterísticas únicas.
Lo mismo sucede cuando somos nosotros los que seleccionamos. Siempre buscamos productos, servicios o trabajar con personas que tengan esas cualidades que consideramos importantes para nuestro desarrollo o nuestro viaje de vida.
Sin embargo, por otro lado, y de manera casi antagónica, y paralelamnete, estamos en una constante carrera por encontrar ese elemento común que nos mueva a todos/as, y que nos acoja bajo el mismo paraguas. Esa/as característica/as o elementos unificador/es, universales básicos que nos ayuden a conectar con otros y hacernos sentir que pertenecemos a algo mayor, pueden traducirse en el sentimiento de "supervivencia" o "el dolor".
Entonces, cuando nos encontramos en esa carrera interminable en la que estamos constantemente intentando sobresalir, pero a la vez queremos conectar con otros a través de elementos unificadores que resuenen con los demás, ¿cómo podemos dejar de salir de la presión económica en la que muchos nos encontramos, sin estar en un luto constante?
De eso te quiero hablar en esta entrada, que no pretender ir más allá de ser una reflexión personal con la que quizás te sientas identificado/a.
En esta entrada voy a desarrollar cómo la tensión económica y la pérdida son dos realidades a las que no podemos escapar, y qué podemos hacer para sobrevivirlas de la mejor manera posible.
La vuelta al cole o al trabajo pueden ser experiencias bastante estresantes, alienantes y difíciles de sobrevivir
Vamos a ello.
LA TENSIÓN ECONÓMICA
Mi coach, Cecilie L.Hjortland siempre me dice que si hay algo que todos tenemos en común, es la necesidad de ganar dinero, y que, por ello, aquellos que buscan salir de la rueda de hamster tan estresante de las empresas para las que trabajan, se convierten en clientes potenciales de otro grupo de profesionales que guían y dan erramientas para que ganen su libertad economica.
Tengo que decir que la idea de vivir sin estrés cuando somos nuestros propios jefes es una pequeña falacia que nos creemos todos los emprendedores/as, ya que no hay mayor tirano que uno mismo/a, y no hay mayor incertidumbre que tener que buscar clientes constantemente.
Por más que queramos, no podemos escapar el sistema, pero lo que si podemos hacer es aliviar algunas de sus dinámicas a través de la reflexión y de echar la mirada hacia adentro.
A menos de que te hagas hermitaño/a, siempre tendrás que volver a ese sistema que te destroza espiritualmente. Entendiendo aquí "espiritualmente" aquello que conecta con nuestra esencia, o "el alma" en términos junguianos.
Por cierto, ¿es Matrix para tí el mundo que vemos y vivimos cuando estamos despiertos/as, es el mundo de lo onírico, o el inconsciente colectivo? Déjame tu opinión en los comentarios, o escríbeme a:
CARA A CARA CON EL DOLOR
Para mi colaboradora Tugce Kutlu, este elemento unificador del que hababla al principio del artículo, y que nos hace entendernos y conectar los unos con los otros, es el dolor y la pena.
Según ella, estamos constantemente pasando, e intentando superar diferentes duelos a diferentes niveles, ya sea la muerte física que se lleva a amigos, o seres queridos, hasta la muerte que se produce cuando sufrimos cambios inesperados para los que no estamos preparados.
No es de extrañar que en momentos de estrés, frustración o incluso miedo, sintamos una fuerte conexión con las películas de terror, ya que, estas, nos muestran sin tapujos esos elementos de pérdida que se dan en nuestro día a día, pero que la sociedad intenta tapar, reprimir o dejar de lado.
Y es que apartamos lo que nos molesta, porque nos recuerda que un día ya no estaremos aquí y entonces todo lo que hemos conseguido hasta ese momento no servirá para nada.
Cuando era más jóven solía pensar en lo absurdo que era vivir un día tras otro haciendo lo mismo, en el mismo lugar claustrofóbico en el que lo único que hacía era esperar la hora de la comida y la hora de salir. De ahí mi largo curriculum por diferentes empresas y puestos de trabajo.
A esto me refiero
¿Es al sistema al que no le interesa que pensemos en nuestras pérdidas y hablemos de lo que nos da miedo para que sigamos siendo productivos, o es que estamos anestesiados, precisamente porque nos han vendido la moto del "dinero da la felicidad"?
Pensar de forma demasiado profunda utilizando nuestro pensamiento crítico, pone en riesgo el tejido económico tal y como lo conocemos, pero ¿para quién realmente? ¿para los gobiernos llenos de psicopatas corruptos?
Según el filósofo aleman Johann Gottlieb Fichte (1762-1814):
If humans have fallen prey to political systems which treat them as cattle, then, according to the Reclamation of the Freedom of Thought, philosophy can redeem them, because 'to be able to think freely is the most notable distinction between human understanding and animal understanding.
The Foundation of the Unconscious, Matt FFytche (p.42)
Traducción libre:
Si los humanos han caído presa de sistemas políticos que los tratan como ganado, entonces, según "la Reinvidicación de la Libertad de Pensamiento", la filosofía puede redimirlos, porque" poder pensar libremente es la distinción más notable entre la comprensión humana y la comprensión animal.
The Foundation of the Unconscious, Matt FFytche (p.42)
Lo cierto es que no podemos escapar a esos miedos, al dolor, al terror que sentimos a la pérdida.
Nuestra estabilidad económica, es una gran fuente de desacuerdos, despierta ambiciones y crea angustias y peleas entre nosotros, por lo tanto ambos conceptos están íntimamente relacionados.
EL FALSO HEROICISMO DEL DOLOR ECONÓMICO
La única manera que nuestro cerebro puede sobrellevar ciertos pensamientos, y además ayudarnos a desarrollar tecnicas de supervivencia, es cuando no estamos pensando en nuestros problemas directamente para encontrar una solución.
Cuando somos meros espectadores, y miramos al dolor a la cara desde la comodidad de nuestros sillones, es cuando se pueden dar momentos de realización y lucidez mental.
Una escena de Sobrenatural te puede hacer pensar en tus propias relaciones fraternales, y también te hace pensar en la manera tan peculiar, y dudosa, que tienes los dos hermanos de ganarse la vida para seguir con el negocio familiar de "ayudar a las personas y cazar cosas".
Los monstruos tan solo son una excusa para seguir narrando la relación de los dos hermanos. La manera como sobreviven queda en un segundo lugar.
Dean y Sam Winchester no lo ven tan extraño
La ansiedad económica, y el dolor, son elementos que todos compartimos. De hecho están profundamente interrelacionados. De no tener que luchar día a día por nuestra estabilidad económica, no lloraríamos su pérdida cuando un cliente importante se nos va, o tenemos que cerrar nuestro negocio porque ya no es sostenible. En otras palabras, no sentiríamos dolor si todo lo que hemos construido no se viera amenazado por la falta de dinero.
Precisamente el miedo a esa perdida, nos causa enormes niveles de incertidumbre y un dolor muy profundo que nos hace embarcarnos en nuevos trabajos, e incluso conectar con personas que nos pueden llenar temporalmente los bolsillos "hasta que encontremos algo mejor". Sin embargo, en esta lucha, perdemos parte de nuestra álma. Quizás nunca lleguemos a cumplir nuestro sueño real.
Por desgracia, existe un concepto de falso heroísmo muy extendido, por lo menos en los países occidentales, del que psicólogos y otros expertos llevan hablando hace ya un tiempo, debido al alto nivel de personas deprimidas que entran cada día a sus consultas. Estoy hablando de la idea de que cuánto más nos cueste ganarnos las habichuelas, cuanto más suframos en nuestros puestos de trabajo, cuantos más resistamos en relaciones que solo hacen que traernos dolor, más valor social tendrá la recompensa final, aunque por el camino nos estemos dejando los higadillos.
De lo que no nos damos cuenta es de que en esa búsqueda de reconocimiento social nos vamos apagando cada vez un poco más, hasta que finalmente llegue un día en que inesperadamente nos veamos en medio de una depresión.
Lucifer Morning Star enseñándote su verdadero rostro tras preguntarte qué deseas realmente
QUÉ HACER CON TODO ESTO
Para mi todo esto es muy Gótico.
Para que entiendas un poco mejor a qué me refiero, te invito a que pienses en todos los elementos de extrañeza o estresantes de tu día a día y me digas qué ocupa la mayor parte de tus pensamientos. ¿Qué es lo que te crea esas angustias que se extienden en el tiempo y, que te atrapan en un mar de incertidumbres durante meses?
Si este es un ejercicio que haces regularmente, enhorabuena, eso quiere decir que tienes conciencia de cómo todo lo que pasa en tu exterior afecta tu interior. Pero, si por el contrario este es un ejercicio que nadamás pensarlo te da dolor de cabeza, quizás deberías questionarte este rechazo.
No se trata de culparte, sino simplemente de pararte a pensar por qué evitas lo inevitable.
Es cierto que nos pasamos una gran parte de nuestra vida imaginando cosas que nunca nos llegan a pasar, y que, por algún motivo, tendemos a pensar más en lo negativo que en lo positivo. Creo que esto es, de alguna manera, un modo de supervivencia, ya que al pensar en lo negativo nos prepararamos para ello por si alguna vez se da. Pero estar demasiado en ese espacio tampoco es saludable.
No es de extrañar, pues, que algunas personas no quieran ver películas de terror. Es como si estuvieran en un espacio de más de lo mismo, en lugar de desconectar de sus problemas del día a día.
Si eres de este grupo de personas, quizás te ayudaría ver estos espacios como recursos donde encontrar diferentes maneras de sobrellevar o superar los momentos críticos de tu vida, en lugar de verlos como algo a lo que no te quieres enfrentar porque te resultan demasiado familiares.
HASTA EL DEMONIO NECESITA AYUDA
Los expertos nos dicen que a nuestra mente no le gusta gastar energía por si la necesita para echar a correr cuando nos sentimos amenazados.
Las amenazas no siempre están relacionadas con las guerras. Para salir de la zona de comfort para pensar en alternativas nuevas, el cerebro gasta una gran cantidad de energía que nos deja exhaustos/as. Seguramente te habrás dado cuenta del hambre que tienes después de pasarte largas horas estudiando para un exámen, o preparando un proyecto. Has estado sentado/a, sí, pero tu cerebro ha estado en una maratón para conseguir esa meta.
Cuando Lucifer Morning Star iba a terápia, lo hacía porque él solo no conseguía resolver sus problemas con aquellos más cercanos a él. Cuando estamos tan metidos en nuestros problemas, cuesta mucho ver las posibles soluciones. Esto se debe en gran parte a la conexión emocional directa que tenemos con esa situación. Lo que nos hace tener que pedir apoyo externo.
De alguna manera esto nos pasa a todos los que nos dedicamos a ayudar a los demás a crecer profesional o personalmente; es mucho más fácil ayudar a otros en su camino que ayudarse uno mismo.
Linda en Lucifer cuando encontraba dificil seguir sus propios consejos
Por eso es tan importante pedir ayuda a otros profesionales que sean capaces de entender por dónde estás pasando y que tengan aquellas herramientas que mejor se ajusten a tu perfil para ayudarte a ver la luz.
En cualquier caso, lo que nos salva a todos, al final del día, es emprender ese viaje introspectivo en el que, con o sin ayuda de otros, acabemos superando los obstáculos que se interponen entre nosotros y nuestra paz mental.
CÓMO ENCONTRAR LA PAZ INTERNA CUANDO TIENES UNA ECONOMÍA PRECARIA
Muchas son las formas en las que puedes ver tu economia yéndose al traste.
Si trabajas o has trabajado para otros, la incertidumbre creada por la falta de comunicación saludable entre tu/s jefe/s y tu, es motivo suficiente para hacerte plantear nuevas maneras de traer ingresos a casa. Esto es lo que suceció, por ejemplo, durante la pandemia del COVID-19.
Siempre pienso que en el momento en que la gente tuvo tiempo para pensar, se dio cuenta de que había opciones mucho más sanas psicológicamente de sobrevivir. Por ello se dio lo que hoy en día conocemos como "la Gran Resignación".
"La Gran Resignación", sin embargo, ya había comenzado en la cabeza de muchos hacía ya tiempo. Y esto lo vemos en todas esas personas que ya habitaban el mundo digital antes que nosotros.
A parte de los trabajos que solo pueden ser presenciales, hay otros que pueden tener lugar de forma virtual. Mi vida no sería lo mismo sin mis cursos, eventos, productos y conferencias online, ya que estos me permiten contactar con personas a nivel mundial.
Sin embargo, encontrar la paz interna cuando estás en medio de cambios potentes, que inevitablemente ponen en riesgo la estabilidad economica de tu familía, no es nada fácil, sobretodo cuando sabes que la transición puede durar años.
Encontrar el equilibrio económico que se ajuste a tu situación pasa primero por un viaje interno a nivel muy profundo. Muchos son los emprendedores que, tras años, siguen sin saber por dónde ir, y se embarcan en multitud de cursos, se apuntan a miles de seminarios, y forman parte de grupos de emprendedores que también buscan la piedra filosofal.
Cuando todo lo demás falla, las probabilidades de que la respuesta esté en tu interior son altísimas.
¿Recuerdas a Dale Cooper en Twin Peaks? El también buscaba en el exterior lo que estaba en el interior
Antes de embarcarte en la próxima etapa de tu vida te has de hacer muchas preguntas que tienen que ver con tus experiencias pasadas, tus relaciones personales, tus recuerdos de infancia e incluso tus sueños.
Piensa en todo eso que te hace tan único/a y de lo que no siempre hablas porque te da vergüenza. Esa es la parte que realmente necesitas sacar a la luz y utilizar como fuente de inspiración y guía.
Escuchar lo que te dicen los demás y tomarlo con pinzas es de sábios, seguir tu intuición está todavía infravalorado.
Al final del día de lo que se trata es de encontrar a través de la documentación de tus pensamientos, cuáles son tus miedos más profundos y entender de dónde vienen. Así sabrás hacia donde tienes que ir.
¿Qué es aquello que realmente quieres hacer y cómo es eso interpretado por el mundo alrededor tuyo? Quizás tienes que ir un poco más allá para ser escuchado/a y entendido. Quizás necesitas aprender a comunicarte mejor. Quizás tan solo necesitas que alguien te enseñe otra manera de ver las cosas.
Yo no tengo todas las repuestas, sin embargo en toda mi trayectoria docente y como guía de vida, he conseguido ayudar a otros a encontrar su camino en muchas ocasiones, inspirándoles, ayudándoles a conectar con lo más profundo de sí mismos/as, a través del análisis psicológico de los elementos de su día a día. Y esto lo hemos conseguido hacer trayendo a nuestras sesiones ejemplos de obras, o producciones artísticas llenas de elementos góticos.
Aún cuando estás intentando trabajar una habilidad para mejorarla, es imposible no tener que ir un poco más allá, haciendo uso de ejemplos de otros contextos.
Así pues aquí te dejo por hoy con unos pensamientos finales, y con mi contacto por si quisieras tener conmigo una primera vídeo llamada de descubrimiento.
PENSAMIENTOS FINALES
Pasamos media vida construyendo partes de nosotros que nos diferencien de los demás.
En nuestra obsesión por conectar con otros, buscamos aquellos elementos comunes que nos unan a otros bajo un mismo paraguas.
El dinero y la pérdida son comunes a todos los seres humanos.
El dolor causado por las crisis económicas viene dado en gran parte por el tipo de sociedades en las que vivimos.
La perdida se puede trabajar a través de películas de terror o producciones góticas, ya que tratan elementos psicológicos que resuenan con nuestro día a día.
Todos necesitamos ayuda de otros profesionales para salir de nuestros circuitos mentales que no nos dejan avanzar.
La pregunta final es si vale la pena seguir sufriendo a solas o si crees que ya ha llegado el momento a pedir ayuda.
¡Gracias por leer!
Hasta la siguiente entrada
Alicia
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